INAUGURACIÓN DEL CONJUNTO ESCULTÓRICO “CAMELLO Y CAMELLERO”


  
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Buenas tardes a todas y a todos
Ruego que se me permita omitir los adecuados prolegómenos protocolarios debidos a las autoridades y a todos los ciudadanos que se encuentran presentes, sin que ello afecte para nada a la grandísima estima que siento por San Fernando de Maspalomas y, particularmente, por los buenos amigos que aquí tengo. Entiendo simplemente que debo dejar esa tarea a la señora alcaldesa, doña Mari Pino Torres, que preside este acto en representación de todos los ciudadanos de la Villa.
Al comparecer ante ustedes, me siento particularmente orgulloso de contar con la amistad de varios vecinos; a algunos de ellos me unen, además, lazos familiares directos. Por añadidura, me siento también responsable de un encargo gratísimo. Es mi sincero deseo, que, después de escuchar mis palabras, los que confiaron en mí sientan la misma satisfacción que yo siento ahora.
Hoy, me atrevería a decir, vamos a continuar una aventura después de un punto y aparte. Una aventura que iniciamos, hace unos cinco años, un grupo de amigos arrastrados por el entusiasmo de una persona emprendedora donde las haya, enamorado de su profesión y más aún de Maspalomas. Me refiero a Francisco Jiménez Ramírez, conocido cariñosamente como “Paco el de los Camellos”, director gerente de Camello Safari.
Y digo punto y aparte, porque el acto de hoy servirá para dar nuevo impulso al compromiso moral que Paco ha asumido desde hace ya muchos años: la consolidación del camello como atractivo turístico y como medio de vida para muchas familias de Maspalomas.
Estamos totalmente convencidos de que la actividad camellera merece y precisa los medios de protección y fomento que la legislación establece, con carácter general, para el patrimonio histórico canario. Su declaración como Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Canarias supondría un reconocimiento y una dignificación que respaldarían eficazmente la continuidad en beneficio de las próximas generaciones.
Aún mantenemos la esperanza de que llegue a buen puerto la solicitud presentada al Cabildo Insular de Gran Canaria –que es el cauce legalmente establecido en estos casos- para la incoación de un expediente de reconocimiento como Bien de Interés Cultural, a favor de los Paseos en Dromedarios por las Dunas de Maspalomas.
En tal sentido ya se ha pronunciado el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, por medio de un acuerdo plenario de fecha 30 de septiembre de 2004, que demuestra su profunda sensibilidad respecto al patrimonio cultural del municipio.
No cabe duda de que hablamos de una realidad asociada a la peculiaridad de Canarias, sin similitudes en los contextos español y europeo, cuyo riesgo de desaparición es evidente y cuya protección resulta aconsejable desde cualquier punto de vista.
La presencia del camello forma parte de la historia económica de nuestro Archipiélago, asociada a las funciones de trabajo agrícola y carga. En los tiempos más recientes ha sufrido el impacto –común a otras especies- de la mecanización, que ha llegado a comprometer su pervivencia en el futuro.
La empresa Camello Safari viene desarrollando, en el paraje de las Dunas de Maspalomas, la utilización más regular y estable del camello en Gran Canaria. Esta labor garantiza la presencia en nuestro contexto actual de un animal vinculado a nuestra particularidad cultural.
Se dice que de bien nacidos es ser agradecidos, y como me considero un bien nacido, no sólo acabo con un agradecimiento, sino también con una felicitación.
Agradecimiento sincero a los organizadores, por la invitación que hoy me permite compartir jubilosamente con todos ustedes la inauguración de este conjunto escultórico en homenaje al camello y los camelleros.
Mi más sincera felicitación a los protagonistas de esta hermosa e interesante iniciativa, en especial al Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, en la persona de su Alcaldesa.
Hago extensiva la felicitación, por supuesto, al escritor Pedro José Franco López, autor de varias publicaciones dedicadas a esta importante localidad. Llevado de su arraigada modestia, me rogó que no le citara, pero yo encuentro imposible dejar de mencionar a alguien que, hace más de diez años, puso manos a la obra para hacer realidad el proyecto que hoy vemos plasmado, y que, por otra parte, no es más que un aspecto del conjunto de su trabajo por el patrimonio cultural de la Villa.
A Francisco Jiménez, uno de los mayores ejemplos de una tarea empresarial que redunda en bien de toda la sociedad. A su dedicación a la cría camellar, desde hace más de treinta años, debemos que no desaparezca un característico elemento del paisaje canario. No podemos pasar por alto sus colaboraciones, siempre altruistas, en las más variadas iniciativas, que han realzado para sus vecinos las fiestas carnavaleras y de Reyes, que han contribuido a difundir en el exterior, por los medios cinematográficos y televisivos, la imagen del sur grancanario y que han posibilitado una conservación cada vez mejor del paraje de las Dunas.  Por si fueran pocos los motivos de gratitud, recordemos que se le debe la expansión del camello procedente de Canarias en las más variadas latitudes.
No voy a concluir sin manifestar una cordial enhorabuena al autor de este nuevo conjunto escultórico, Etual Ojeda, que, como bien indica el programa que tenemos en nuestras manos, es conocido por las esculturas de arena que realiza en nuestras playas. Su prolongado trabajo como artista acaba de incorporar una de las realizaciones más destacadas, la primera que se dedica a valorar la figura del camellero y del animal que le acompaña.
Muchas gracias por la atención prestada y felicidades a todos los tirajaneros.